Tuesday, February 23, 2010

Reflexionando acerca del 8 de Marzo...

Próximamente estaremos conmemorando el 8 de marzo como el día de los derechos de la Mujer. Y cuando pensamos en esto, nos asalta la realidad que se vive en cada uno de los rincones de nuestro país, una realidad que nos deja asombradas cuando las cifras que se “cuentan” nos revelan el aumento de las muertes de mujeres por causa de la violencia domestica. El asesinato y la desaparición de mujeres por causa del conflicto armado y la inclusión de las mujeres en la guerra bien sea por reclutamiento forzoso y por necesidades económicas; esto ante las ineficacia de un estado que no garantiza a las mujeres una vida digna. De igual manera, es lamentable que en medio de esta situación, la mujer es considerada botín de guerra por los diferentes grupos armados, lo que tambien es reconocido en nuestro tiempo como la instrumentalización del cuerpo de la mujer, hecho que ha venido siendo denunciado desde los tiempos bíblicos y que no es posible ni concebible que se perpetue en nuestra sociedad esta situacion al punto de degradar el cuerpo de la mujer y por lo tanto toda su vida. Nosotras tenemos que apuntarle a la lucha por la vida en abundante (Juan 10:10), esta vida en abundancia de la cual nos habla el evangelio y que en marca la propuesta liberadora de Jesús y que buscaba la reivindicación de la dignidad humana en todo el sentido de la palabra.
Otras de las reflexiones que necesariamente tenemos que hacer es como estamos frente a los procesos de formación desde la categoría de género y como hemos avanzado en la superación de las culpas históricas que hemos venido cargando las mujeres. Estas culpas impuestas desde la teología, la iglesia, la familia a través de parámetros sexistas y machistas que han estado presenten en un sistema patriarcal que si bien se han logrado avances, este continua impreso en nuestras instituciones y practicas cotidianas, y quizás yo me a atrevería a decir que hoy se evidencias nuevas formas o estratégicas de imposición de los parámetros patriarcales que continúan oprimiendo no solo ya a mujeres sino a otros grupos sociales en nuestro tiempo.
Y por eso, creo pertinente continuar trabajando desde los procesos sociales incluyendo el uso del género ya no como una perspectiva sino como una categoría de análisis para la teología desde la cual podamos reconocer que hemos sido formados/as bajo una teología androcentrica que implanto un modelo de dominación hacia la mujer haciéndola culpable de la caída humana y por lo tanto, como la fuente del pecado y de tentación. Y en esta visión el género como categoría de análisis nos puede ayudar a revisar los textos bíblicos androcentricos en los cuales se nos ha mostrado a un rostro de Dios autoritario, varón, que exige obediencia y sumisión a los seres humanos, pero con un direccionamiento intensional hacia la mujer, debido a que así como toda la creación debe estar sumisa a Dios, la mujer ha de estar sumisa en sus relaciones sociales al hombre.

La categoría de análisis nos podrá ayudar para hacer una nueva relectura bíblica que nos permita evidenciar un nuevo rostro de Dios, la participación activa de las mujeres en los tiempos bíblicos sacandolas de la invisibilidad a la cual fueron confinadas por los canones de la iglesia, esta relecturas nos permitirá a su vez revisar la historia bíblica para conocer el testimonio de las mujeres profetas, hermanas, madres e hijas etc., que lucharon en el proceso de liberación del pueblo de Israel, y también conocer a las mujeres apóstolas, discípulas que acompañaron el ministerio publico de Jesús y en este sentido contar la historia bíblica de una manera diferente a lo que la tradición nos ha contado.
Quiero terminar esta reflexión usando un fragmento de un escrito Ute Seibert Cuadra cuando dice que es necesario “sacar la piedra de la culpa que nos pesa porque según la tradición Eva comió la manzana, sacar la piedra de que la mujer fue creada segunda y peco primero. Sacar la piedra del sufrimiento de las mujeres, que estamos condenadas a sufrir, y que el sufrimiento es voluntad de Dios, sacar la piedra de la subordinación de la mujer, el hombre como cabeza y la mujer que se salva teniendo hijos. Sacar la piedra de la mujer que calla en la iglesia, quiero sacar la piedra del olvido intencional de las mujeres en la historia bíblica. Sacar la piedra de la sexualidad negada para las mujeres, sin embargo esta mirada no es suficiente. Saca a la luz rostros desconocidos, y hace escuchar voces silenciadas.”[1]
Finalmente, les animo acompañar las iniciativas promovidas por los diferentes sectores, organizaciones, grupos de mujeres este 8 de marzo para protestar por: Los feminicidios que se vienen presentando en toda la región Caribe, la reivindicación de los derechos de la mujer, la reivindicación del proceso de Regionalización del Caribe como una iniciativa trabajada desde y por las mujeres.

[1] . Seiber, Cuadra Ute. Teología y Género. “Leer la biblia con ojos de Mujer,” págs. 409-410
Foto tomada cerca del Lago Michigan - Chicago, 2009

1 comment:

  1. Gracias por esto, Adelaida. Yo voy a intentar usar algunos de estos idea en mi blog, cerca del 8 de marzo. Bendiciones.

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