Salmos 103:1-5
1 Bendeciré al Señor con toda mi alma;
bendeciré con todo mí ser su santo nombre.
2 Bendeciré al Señor con toda mi alma;
no olvidaré ninguno de sus beneficios.
3 Él es quien perdona todas mis maldades,
quien sana todas mis enfermedades,
4 quien libra mi vida del sepulcro,
quien me colma de amor y ternura,
5 quien me satisface con todo lo mejor
y me rejuvenece como un águila.
Cuando leemos este salmo no podemos dejar de pensar en, quien es Dios para nosotros y como Dios se relaciona con los seres humanos. En este sentido, el salmista expresa una alabanza a Dios. Esa alabanza expresa una profunda intimidad con Dios que le hace no olvidar que Dios está presente en su vida y que ha estado brindándole sus cuidados o lo que el salmista llama beneficios.
El salmista expresa todo lo que Dios ha sido para las personas. Identificando a Dios en la vida diaria, en los problemas de la vida. Por eso, Dios es un Dios que perdona, sana las enfermedades, nos libra de la muerte, nos trata con ternura y amor, nos satisface con lo mejor y nos rejuvenece como el águila estando presente en nuestros procesos de renovacion, de cambio. Estas acciones de Dios hacia los seres humanos evidencian a un Dios preocupado por la vida humana, preocupado porque las personas tengan una vida abundante.
Reflexionemos ahora, la pregunta que hoy podemos hacernos es ¿Cómo nosotros estamos evidenciando con nuestro testimonio que Dios está presente en la vida diaria y que sus acciones generan vida para toda su creación?
Texto bíblico tomado de la Biblia Dios Habla hoy. http://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos+103&version=DHH
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